Una de las dudas que le puede surgir en algún momento a un vegetariano es cuál es el significado de la palabra atún, para ello podemos recurrir a la Wikipedia y encontraremos: “Los atunes (Thunnus), llamados cordilas en sus primeros días de vida, son un género de una docena de especies de peces que viven en el océano. (…)”.
Así que los atunes… ¡son peces! Puede que a más de un erudito esto no le resulte asombroso, pero es muy probable que el ciudadano de pie, tras tantos años de verlo en ensaladas “verdes”, en bocadillos “vegetales”, o incluso en productos “vegetarianos”, haya incorporado en su mente la imagen de un extraño vegetal que crece en árboles (con toda seguridad, tropicales, pues es sabido que todo lo extraño es tropical) cuyos frutos son unos caparazones conocidos popularmente como “latas” y que albergan en su interior los “Thunnus”, eso es, los atunes.
Se podría argumentar que dicha confusión procede del hecho que algunos de los autodenominados vegetarianos son asiduos consumidores de pescado. Aún así, y sin entrar en ese debate, incorporar cualquier tipo de animal en productos denominados “vegetales” es, cuanto menos, confuso. No hay lugar a dudas de eso cuando nos encontramos ingredientes como jamón en productos denominados “vegetales”, o incluso grasa animal, ingredientes que podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, están fuera de la dieta de cualquier vegetariano más o menos serio.
A pesar de que esta confusión existe y se puede convertir en un problema para el consumidor vegetariano, en España, a diferencia de tantos otros países europeos, no encontramos una gran preocupación por identificar correctamente estos productos, algo que provoca que desde el ovo-lácteo-vegetariano más flexible hasta el vegano más estricto frecuentemente tenga que dar explicaciones en bares, restaurantes y otros establecimientos sobre lo que es un animal y lo que no, y aún así, es frecuente encontrar que en más de una ocasión, después de una o varias explicaciones, puedan servir atún, anchoa, o jamón en la ensalada.
Otro rasgo que caracteriza al vegetariano/vegano español es que, a diferencia de muchos de sus homólogos en otros países, debe ir mirando con escrupuloso detalle cada uno de los ingredientes de los productos que consume en el supermercado, ya que conceptos cómo “de verduras”, “vegetal”, o “verde”, no son nada de fiar.
En este caso concreto, parece una oportunidad digna de estudio, indicar en los alimentos que podemos encontrar en un supermercado, en la carta de un bar o restaurante, en los establecimientos de comida rápida… si este alimento es recomendable para un vegetariano, del mismo modo que ya se indica en muchos casos, de forma inteligente, si ese producto es apto para celiacos, diabéticos o incluso si es bajo en calorías.
Es por eso que aquel que sigue una dieta vegetariana o vegana puede respirar con tranquilidad al darse por entendido ante un producto con una “V” de “vegetariano” o de “vegano” que le certifica que aquel producto es apto para él. Existen determinados productos en nuestros supermercados, especialmente entre aquellos que han sido fabricados en otros países, que incluyen desde hace tiempo dicho distintivo. Incluso determinados supermercados y restaurantes se encargan de señalizarlo para facilitar la labor. El vegetarianismo no está muy extendido en el Estado Español, pero se trata de una corriente en crecimiento.
En este sentido, la Unión Vegetariana Española se hace eco de la campaña para el establecimiento de un distintivo unificado junto con el resto de países de nuestro entorno europeo, e incitan a aquellos productores y restaurantes que deseen introducir en su etiquetado la etiqueta vegetariana a que se pongan en contacto con su colectivo.
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Foto: Philocrites
Tal como me dijo alguien hace unos meses atre1s en ruseepsta a mi queja de toy godita’ : Ud. sabe que basta con cerrar la boquita..’Te regalo el consejo, pq a mi me funkf3 de pelos
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