En el mundo de la publicidad, aquellas iniciativas que pretenden promocionar un determinado cambio en el sistema de valores de la sociedad se acostumbran a quedar sólo en esto: en la concienciación. Sorprende, de este modo, ver cómo la última campaña publicitaria de Johnnie Walker no sólo no se detiene en el campo de las ideas, sino que da un paso más. Las ideas no sirven de nada si no son transformadas en realidad, y esto es precisamente lo que ha conseguido la campaña Keep Walking, que se cerró el pasado mes de abril.
El objetivo de la campaña era demostrar que las grandes ideas individuales son sólo realizables cuando están respaldadas por un grupo más amplio de personas. Conseguir un mundo mejor es algo que sólo se consigue a través de la unión bajo el paraguas de unos mismos objetivos. Keep walking ha conseguido que miles de personas apoyaran la iniciativa de una persona individual, Laurence Kemball, que con su proyecto pretendía dar un paso adelante en favor de un cambio de modelo energético.
Pavegen, la invención de Kemball, consiste en un sistema de baldosas que recoge y almacena la energía que le transmite una persona cuando camina encima de ellas. Transforma, de este modo, la energía cinética procedente del movimiento de un cuerpo en energía eléctrica. De la misma manera que Keep walking ha transformado una idea en una realidad.
La invención de Pavegen responde a una necesidad de cambio real. El pronosticado fin de los combustibles no renovables, debido a su agotamiento y a las consecuencias negativas que su uso comporta (emisión de gases de efecto invernadero, riesgos nucleares…), hacen indispensable un cambio de paradigma energético. El nuevo paradigma persigue un doble objetivo: obtener una energía limpia, que sea amigable con el planeta que nos alberga, y promocionar el acceso equitativo a los recursos energéticos.
Sin duda alguna, el sistema de baldosas Pavegen cumple con estas dos condiciones. En primer lugar, se trata de una energía verde, originada a partir de la energía cinética que los seres humanos desprenden cuando están en movimiento. Incluso los materiales utilizados para su fabricación provienen del reciclaje: se han reutilizado neumáticos usados y piezas de aluminio la vida de las cuales ya se daba por terminada. En segundo lugar, es también una energía equitativa: la posesión de las herramientas destinadas a producirla no se concentran en unas pocas manos, sino que es necesaria la participación de la colectividad para poder disfrutarla óptimamente.
Pavegen, sin embargo, tuvo que competir con otras dos innovadoras ideas que también se fundamentaban en la acción colaborativa como motor de cambio social. Ze Frank, un proyecto de expresión artística colectiva, y Hub Culture, un proyecto de desarrollo empresarial, fueron las ideas descartadas a lo largo de la campaña Keep walking. Pavegen fue el proyecto ganador después de haber contabilizado todos los pasos, o votos, que los usuarios de la redes sociales dirigieron a cada uno de los candidatos.
El sistema de voto establecido en esta campaña resulta innovador. Los usuarios de las redes sociales, mediante una aplicación de iPhone y Facebook, podían donar pasos a cada una de estas iniciativas. Una bonita metáfora para mostrar que, para conseguir llegar a una meta, debemos caminar juntos. Se consiguieron un total de 42 millones de pasos que, si hubieran pisado las baldosas Pavegen, habrían generado una cantidad de energía equivalente a la necesaria para mantener iluminado el Palacio de la Cibeles durante dos meses.
El pasado 22 de abril se presentó oficialmente el resultado del proyecto. El emplazamiento del sistema de baldosas Pavegen también fue escogido, en una segunda fase de votaciones, mediante el sistema de los pasos. El edificio Telefónica, en Madrid, fue el que finalmente, y durante una semana, albergó la instalación de este peculiar sistema generador de energía.
Los asistentes al acto, cuyos maestros de ceremonias eran el actor Luis Tosar, embajador de Johnnie Walker, y el presentador Toni Garrido, portavoz de la campaña, quedaron prendados ante la innovación tecnológica de Kemball. Con cada paso que daban encima de las baldosas se encendía una luz (que sólo representa el 5% de la energía producida por el pisotón), símbolo de la esperanza de cambio. La mayor parte de electricidad generada se dirigía a unas baterías, que la almacenaban. Brillante.
Entre los afortunados que pudieron asistir al acto se encontraban los Top Walkers, aquellas personas que más habían contribuido en la donación de pasos para votar alguno de los proyectos. Éstos tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano a Laurence Kemball, el creador del proyecto, al mismo tiempo que compartían una ilusión, una misma esperanza, un mismo sueño, al cual sólo se puede llegar cuando la colectividad se antepone al individuo. Las ideas se vuelven reales cuando éstas se comparten. El resultado: un mundo mejor.
Keep walking no es un proyecto que tenga principio y fin. Keep walking es una idea perenne, inherente a la misma naturaleza social del ser humano. Keep walking es sólo una manera de hacernos recordar algo que a veces parece que guardamos en el olvido: es la colectividad la responsable del cambio. Unidos, podemos conseguir todos aquellos objetivos que nos propongamos. Pero debemos caminar juntos.
© 2019 Empirica Influentials & Research
Add comment