¿Quién conoce la economía colaborativa?

24 septiembre, 2014 by in category Estudios tagged as with 0 and 1
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Por Luis Miguel Barral (@luismi_barral) y Xavier Moraño (@Xavier_MF)

Este 2014 que enfila ya sus últimos trotes es el año que ha puesto la llamada “economía colaborativa” en la agenda de los medios de comunicación españoles. Ha sido el año de las polémicas levantadas entorno a BlaBlaCar, Uber o Airbnb, así como el de ese amago de legislar los límites del crowdfunding, que el gobierno puso en juego en primavera y aún cuece en los fogones del legislador.

Toda esta marea ha dejado su huella de tinta y bits en cientos de noticias, con el consiguiente murmullo resonando por las redes sociales, las digitales y los bares. Por eso a comienzos de julio de 2014 creímos que había llegado el momento de responder como investigadores sociales a las primeras preguntas, las más básicas:

  • ¿La economía colaborativa está calando en la opinión pública? ¿hasta qué punto? ¿entre quienes sí y entre quienes no?
  • ¿La sociedad española se muestra favorable a su crecimiento o más bien es proclive a limitarla?

Gracias a la invitación que nos hizo Carlos Hidalgo, director de Toluna en España y Portugal, hemos podido realizar una encuesta entre 1.480 internautas españoles de 18 a 65 años, elegidos al azar entre los integrantes del panel que esta empresa ofrece a los investigadores sociales para realizar todo tipo de consultas.

Compartimos aquí los principales hallazgos:

  1. El 18% de los entrevistados ya han oído hablar del término “economía colaborativa o consumo colaborativo”. Serían algo más de 3 millones de personas.
  2. De ellos, 1,8 millones afirman saber lo que es. El resto (1,2 millones) han oído hablar de la economía colaborativa, pero no están seguros de lo que es.
  3. La notoriedad del término “economía colaborativa o consumo colaborativo” :
      • Avanza por todas las generaciones, pero es algo mayor en las edades centrales, entre 30 y 50 años.
      • Es mayor cuanto más elevado es el nivel de estudios. También cuanto más elevados son los ingresos económicos personales.
      •  E, igualmente, es mayor cuanto mayor es la afinidad con Internet.

(Aquí puedes descargar el informe completo en que se basan estas afirmaciones).

 4. Las palabras y conceptos más usados para definir la economía colaborativa son …

      • Compartir.
      • Uso vs. Propiedad.
      • Trueque.
      • Grupos de compra.
      • Cooperación.
      • Tecnología.
      • Internet.

 

El eco social de las empresas más conocidas.

De las tres empresas más emblemáticas BlaBlaCar es la más notoria, a gran distancia de las otras dos. Sin duda, es la que ha conseguido un mayor retorno de su presencia en los medios de comunicación: el 54% de los internautas españoles sabe que existe BlaBlaCar.

La sigue Uber, una empresa con mucha menor implantación que BlaBlaCar en España pero que ha poblado portadas y titulares envuelta en polémica ante la oposición frontal de los taxistas europeos, lo que explica que alrededor de 3 millones de internautas españoles hoy sepan de su existencia. Una prueba de la sobre-notoriedad de Uber es que duplica el conocimiento de Airbnb, uno de los iconos de la economía colaborativa.

¿Usted qué piensa que debe hacer el gobierno?

Estas empresas, en la mayor parte de ocasiones, han entrado en el salón de casa a través del telediario y las portadas. Envueltas en polémica.

Por ello hemos explorado en la opinión pública las cuatro posiciones o enfoques que se ven más frecuentemente en los medios respecto a la regulación de la economía colaborativa:

  •  Prohibirla.
  • Legislar para limitarla.
  • Legislar para que crezca.
  • No regularla.

Los resultados obtenidos nos indican que algo más del 50% de la sociedad española aún no tiene una opinión al respecto. En la otra mitad son minoritarias las opciones de prohibir (4,5%) o limitar (6,9%), frente a las de regular para crecer (23,2%) o directamente no regular (12,8%).

Cuando se observan los datos por diferentes tipos de público vemos que las posiciones favorables son claramente mayoritarias en todas las generaciones, y crecen a medida que …

  •  Es más elevado el nivel de estudios.
  •  También cuanto más elevados son los ingresos económicos personales.
  •  E, igualmente, cuanto mayor es la afinidad con Internet.

 Conclusiones.

El interés por la economía colaborativa ha dejado de ser propio de un “nicho” y comienza a extenderse por (casi) todo tipo de públicos, con una lógica transversal. No es una cuestión que interese principalmente a los millennials, y al resto de la sociedad no.

Tampoco es un fenómeno que esté captando especialmente la atención de las personas con más estrechez económica. Los datos nos indican que el conocimiento y simpatía hacia la economía colaborativa avanza más rápido entre los públicos mejor formados y con mayores ingresos.

Aunque la mitad de la población aún no tiene una posición tomada, es muy relevante apreciar que una tercera parte de la sociedad española se muestra favorable a que este fenómeno crezca, lo que significa un importante capital de atención disponible.

Todo ello da forma a un caldo de cultivo idóneo para que las iniciativas que el público asocie con la “economía colaborativa o consumo colaborativo”, encuentren más escucha a sus propuestas.

Sin duda, un escenario proclive al crecimiento, donde aparecen vientos favorables para los proyectos empresariales que sepan y puedan orientar su vela tomando la fuerza de esta nueva energía social.

 

(Descarga libre del informe completo).

 

 

Referencias:

 Jeremy Rifkin: “La sociedad de coste marginal cero: el Internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo.”, septiembre 2014.

Rachel Botsman: “Sharing’s not just for start-ups”, septiembre 2014, Harvard Business Review.

 

 

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