Hace un año, sólo había una plataforma necesaria para permanecer en el circuito social, pero los usuarios han incrementado sus registros a diferentes redes sociales, y para las empresas, muchas de ellas representan nuevos retos que jamás habían experimentado como realizar actualizaciones sin parecer repetitivos.
Como las cuestiones de este tipo han comenzado a surgir, muchos estamos aprendiendo a convertirnos en “mediadores sociales”.
La mediación social es la gestión de usuarios en múltiples plataformas y las dificultades asociadas a ellos. Tener más de una cuenta con una red social específica es un hecho nuevo que hace de estos temas, un precedente. La mediación entre las redes jamás habían sucedido pues los social media habían tenido etapas de transición hasta ahora.
Antes que Facebook se convirtiera en la capital del mundo virtual, existieron muchas redes luchando por estar en la parte superior, como sucedió con MySpace, que una vez llegado Facebook, existió una etapa de transición. Los usuarios no publicaron mensajes en ambas redes, sino que lentamente fueron abandonando MySpace para convertirse en estrictos usuarios de Facebook. Ahora coexisten diferentes redes sociales que se especializan en diferentes partes de la vida social, lo que permite a los usuarios crear cuentas sin disolver la anterior.
Si ponemos ejemplos, tenemos Facebook para compartir cosas con nuestros amigos, Twitter para comunicación breve y estar al día de las últimas novedades, LinkedIn para mostrar nuestro lado profesional, y YouTube y Flickr para subir nuestros vídeos e imágenes, tanto creativos como profesionales.
La mayor dificultad que encuentran los mediadores sociales es cómo realizar actualizaciones sin cansar a sus usuarios con contenido reiterativo. Esto es muy importante pues con muchos usuarios se comparte más de una plataforma, y para solucionar problemas como este, se deben seguir ciertos pasos para obtener una gran mediación social.
Paso 1 – Analizar el contenido.
En primer lugar debemos decidir si el contenido que estamos transmitiendo es acorde a esa plataforma o va en otra. En muchos casos es una decisión simple, pero en otras puede requerir una gran atención de nuestra parte.
Si un usuario quiere hacer una actualización de estado, debe elegir entre múltiples plataformas para hacerlo. Este caso se está volviendo muy difícil porque casi todas las redes permiten hacerlo, y para decidir finalmente dónde será publicado, se debe determinar qué plataforma está diseñada para el tipo de contenidos que deseemos publicar.
Los que sean de ocio irán en una plataforma diferente a la de negocios, por la premisa de la web en un lugar, pero también por el público que tenemos en ellos.
Paso 2 – Examinar la audiencia de las plataformas.
A continuación, los usuarios necesitan estar atentos a la audiencia u a otros usuarios que estén conectados a la red. Es importante porque la plataforma adecuada puede ser decidida en base a nuestra audiencia. Parte del contenido está dirigido a un público amplio, mientras que otros son para un público mucho más definido, objetivo.
Así como en el primer paso, debemos realizar un análisis sobre el público que tenemos en cada plataforma y decidir qué contenido corresponde a cada una de ellas. Si un usuario está conectado con colegas y compañeros de trabajo, no es conveniente que se compartan las actividades que realizamos el fin de semana.
Debemos abstenernos de compartir y difundir contenidos íntimos a una gran audiencia pues en la actualidad se está convirtiendo en un gran problema para nuestros empleos, ya que muchas empresas están en ellas para observar y evaluar los comportamientos de los empleados. En algunos casos, este paso puede ser muy difícil a la primera, pero si somos asiduos de las redes sociales, este paso será más sencillo.
Paso 3 – Determinar la plataforma.
Por último, una vez que tomamos conocimiento sobre los contenidos y las audiencias, podremos decidir dónde será designado el mensaje, y este es el paso de la mediación real entre nosotros y los medios de comunicación social.
Muchos usuarios suelen creer que el contenido es adecuado para múltiples plataformas y ahora se debe tomar una decisión sobre cómo cambiar para adaptarse a una u otra. Si los usuarios comparten conexiones comunes en muchas plataformas, lo ideal es crear contenido diferente para cada una de ellas, y de este modo se evitará totalmente la reiteración.
Ahora que las redes sociales han entrado en una etapa de mediación, múltiples plataformas serán agregadas (sólo basta con ver Google+ hace pocas semanas, y se espera la red social de Microsoft en breve), y los usuarios continuarán creando muchas cuentas. La dificultad en la gestión de plataformas seguirá ocurriendo, lo que conducirá a la necesidad de la mediación social.
Imagen: schroederschoembs en Flickr
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