Home > Noticias > ¿Cómo recomendar en LinkedIn? (I)
LinkedIn es una de las redes sociales que más se ha extendido por internet en los últimos años. Cuenta, ahora mismo, con más de 200 millones de usuarios. El potencial que tiene para conectar a los profesionales de cualquier sector productivo ha convertido esta herramienta en un elemento indispensable en el desarrollo de las carreras laborales. Es por esta razón que hay que tener cuidado con lo que se publica. Un error puede ser fatal.
Evidentemente no existe ninguna fórmula mágica que explique cuál es la clave del éxito de un perfil de LinkedIn. El secreto está en la diferenciación. Es decir, que si todo el mundo conociera esta pócima secreta, y la utilizara en su perfil, la ventaja competitiva inherente en la diferenciación dejaría de existir. Diferenciarse del resto de perfiles es la clave. Utilizar las redes sociales no deja de ser, en términos mercadotécnicos, marketing personal.
A este respecto, es interesante ver el papel que tienen las recomendaciones en la red de LinkedIn. Algo que se puede observar, sin tener que afinar la vista en exceso, es que los usuarios utilizan las recomendaciones personales de manera indiscriminada. ¿De verdad el empleador puede tomar en serio las decenas de recomendaciones que alguien cuelga en su perfil, tratándose éstas de caracterizaciones vagas, ambiguas, e intercambiables interpersonalmente? ¿Hasta qué punto éstas pueden ser efectivas?
Susan Adams, de la revista Forbes, se puso en contacto con responsables de selección de ejecutivos de grandes empresas, así como de representantes del propio LinkedIn. Su intención era conseguir ideas que permitieran conocer el alcance y la importancia de las recomendaciones en Linkedin.
En primer lugar, resulta obvio admitir que las recomendaciones sí tienen relevancia en cuanto a indicadores para decidir quién contratar. Sin embargo, no es el dato definitivo que hace decantar la balanza hacia un candidato u otro. Se argumenta que son datos aditivos, que dan un plus al perfil ofertante de empleo, pero que no son utilizados como información evaluativa fundamental en la toma de decisión.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta que no todos los empleadores utilizan LinkedIn para conocer a sus candidatos, y que tampoco los posibles empleados cuelgan su perfil, ya sea total o parcialmente, en esta red social. El hecho que esto suceda no implica que los empleadores no tengan en cuenta al candidato. Sin embargo, dado el creciente uso de LinkedIn, tanto en términos cuantitativos como cualitativos, sería lógico esperar que esta red profesional sí se convierta en un ventana abierta a través de la que los profesionales de recursos humanos tomen sus decisiones. La información que contiene internet sobre las personas es cada vez más numerosa y relevante, no sólo cuando se trata de contratar personal.
Las mejores recomendaciones son aquéllas que conectan al recomendador con el empleador. Es decir, si el demandante de trabajo observa un perfil que ha sido recomendado por una persona a quien le unen lazos de amistad, profesionales o incluso familiares, es mucho más probable que se interese en este candidato… y no tanto por la recomendación en si, sino porque esto le brinda la oportunidad de ponerse en contacto con su conocido para adquirir información de primera mano sobre el candidato.
En siguientes posts se ahondará un poco más en cómo construir un perfil adecuado a los objetivos laborales de una determinada persona… de momento, con la información presentada hasta ahora, se puede intuir cuáles son las reglas básicas (aunque no por esto mágicas) para crear un buen perfil profesional en LinkedIn.
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