¿Por qué Facebook no agregó un botón “No me gusta”?

Hace tiempo que Facebook anunció que agregaría algo parecido a un botón de Dislike en su plataforma. Y finalmente el momento ha llegado: la compañía ha lanzado “Reactions”, 6 nuevos botones con los que los usuarios podrán expresar los sentimientos que les despiertan los posts de Facebook.

“Me gusta”, “me encanta”, “me divierte”, “me alegra”, “me sorprende”, “me entristece” y “me enfada” son las emociones, plasmadas en emojis, que los usuarios podrán expresar en esta red social, de manera que la capacidad de mostrar empatía con el mundo que nos rodea será mucho más precisa que con el ya clásico y monolítico “Me gusta”.

De momento, esta novedad solo ha llegado a los mercados español e irlandés, que servirán como tests antes de lanzar definitivamente “Reactions” a nivel global. Se han seleccionado estos dos países por su relativamente alto nivel de cierre: las conversaciones generadas no suelen escapar de las fronteras nacionales, transformándose así en comunidades endogámicas. Ideales para experimentos.

La selección de estos 6 botones se ha realizado después que la compañía de Zuckerberg haya estado analizando los emojis utilizados en las conversaciones de la red, de manera que pudieran diseñar los conceptos más útiles y precisos para medir las emociones humanas.

Pero, ¿por qué al final Facebook no ha introducido un único botón de Dislike? La explicación oficial sugiere que, con estos 6 emojis, los usuarios podrán ahondar en el espíritu empático de Facebook… y que un botón Dislike habría sido una fuente de negatividad, inasumible para una red social que fomenta el buen rollo, el humanismo y el peace and love.

Sin embargo, dicen algunas malas lenguas que este giro inesperado ha sido debido a que el botón Dislike hubiera sido muy perjudicial para las marcas… una empresa podría aceptar unos cuantos “me enfada”, pero no unos cuantos “no me gusta”, expresión con una carga semántica mucho más negativa y, además, dicotómica (o me gusta o no me gusta), que podría dañar la imagen online que las marcas cultivan en la red.

Y Facebook no pretende hacer enfadar a las marcas. Más bien al contrario. Su colaboración es indispensable para asegurar que la red social monetice el servicio que ofrece. Su supervivencia depende de la simbiosis que con éstas establezca. Quizá detrás de este empático mundo de hadas que nos quiere vender Facebook no haya más que intereses comerciales…

Hablando de marcas… Facebook también está en fase de test de otro nuevo botón, el de “comprar”, que permitirá a los usuarios adquirir de una manera muy efectiva aquellos productos publicitados en las redes sociales. Fácil y rápido. Sin dolor. Una buena estrategia para aumentar la anchura del embudo de conversión y obtener un ROI más elevado de las acciones de marketing online.

Sin duda alguna, todas estas novedades alterarán el modo en el que los usuarios navegan por Facebook… y también la manera en la que nos organizamos como seres humanos. Lo que antes se calificaba como “mundo virtual irreal” se ha integrado totalmente en el mundo físico, siendo, ahora, un “mundo virtual real”. El mundo online y el mundo offline son la misma cosa, dos caras de la misma mondeda.

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