La preocupación de los españoles por el cambio climático está en declive. En 2019, el 67% de la población declaraba que estaba muy intranquila debido al calentamiento global, porcentaje que ha ido cayendo a lo largo de la serie histórica 2019-2024, llegándose a situar al 49% en 2024, 18 puntos porcentuales menos que en 2019. Así se desprende del informe El consumo sostenible y los productos certificados 2025 que de manera anual publican Clickoala, el Grupo de Investigación en Psicología Ambiental de la Universidad de Castilla-La Mancha y Empírica.
No tan solo se ha reducido el porcentaje de los que se sienten muy preocupados por el cambio climático. El porcentaje de los que no creen que el cambio climático sea un problema, pese a representar una reducida minoría en la población española, muestra una tendencia al alza: del 1,9% en 2019 al 5,8% en 2024. Por otro lado, resulta interesante también observar la categoría “No sabe / No responde”, que suele pasar desapercibida en los estudios de opinión. A lo largo de la serie histórica analizada, el porcentaje de los NS/NC no ha dejado de aumentar, pasando del 1,7% en 2019 al 3,9% en 2024.
¿Cómo interpretar este aumento de los NS/NC? Cruzar este dato con la orientación política puede darnos la clave: en 2024, el 4,2% de los votantes afines a Vox, cuyo se discurso es abiertamente negacionista, ha seleccionado esta opción, una proporción significativamente más elevada que la de la media española. Los códigos de respuesta, tal como estaban planteadas en la encuesta, no incluían las opciones negacionistas, con lo que las personas que no creen en el cambio climático se han visto obligadas a no contestar. El incremento de los NS/NC, pues, lo asociamos a un aumento de los posicionamientos negacionistas. Representan aún un porcentaje muy pequeño de la población, pero su tendencia al alza supone una amenaza que haría necesario un periodo de reflexión social.
Por otro lado, tanto los medios de comunicación como las redes sociales han otorgado mucha visibilidad al papel de los jóvenes en la lucha contra el cambio climático, dando la falsa impresión que toda la juventud, como grupo, va a ser un motor de cambio en la relación que los humanos mantenemos con el medio ambiente. Nada más lejos de la realidad. Según los datos de la encuesta, el nivel de preocupación de los jóvenes por el cambio climático es el que más ha caído desde 2019 (especialmente entre los hombres), llegándose a situar, en 2024, incluso por debajo del nivel de preocupación de los mayores de 55 años.
¿Por qué está cayendo la preocupación de la sociedad española en relación con el cambio climático? Y, lo que es más importante, ¿qué hacer para que esta problemática recupere la centralidad que merece? En el próximo post daremos algunas claves que intentan dar respuesta a estos dos interrogantes.
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