Fuente: elaboración propia a partir de datos del CIS
Pese a este incremento de la percepción positiva sobre el futuro de la economía, hay que tener en cuenta que aún se trata de datos pesimistas. El índice puede tomar un valor de entre 0 y 200; si se sitúa por debajo de 100, indica que un mayor porcentaje de personas ha valorado peor que mejor una serie de 6 preguntas relacionadas con las expectativas y la situación actual de la economía española.
Sin embargo, el dato de julio de 2013 es el mejor registrado desde el año pasado (julio de 2012 registra el peor valor desde que en 2004 se empezó a llevar a cabo el ICC), cosa que da, si más no, algunas esperanzas… porque el ICC, aun tratarse tan solo de un indicador sobre la percepción subjetiva de la situación económica, se correlaciona con variaciones objetivas del precio de petróleo y del PIB de la economía en meses posteriores.
El incremento del valor de este indicador se explica más por una valoración positiva de la situación actual que de las expectativas de futuro. En el primer caso, el aumento ha sido del 95%; en referencia a las expectativas, la confianza ha subido un 56%. Percibimos mucho mejor el presente que hace un año; no tanto si nos referimos al futuro.
En referencia al mes de junio, el índice ha subido un 2,4%. De hecho, desde este fondo del pozo al que se cayó en julio de 2012, la tendencia de la confianza del consumidor ha sido alcista, aunque su aumento se ha producido de una manera irregular, como muestran los datos del gráfico. Mejora la confianza, tanto desde el punto de vista de la oferta (ICE) como de la demanda (ICC)… a ver qué sucede ahora con las cifras macroeconómicas…
Otro dato que nos aporta esta encuesta es el referente a la percepción sobre las dificultades de llegar a fin de mes. Sólo el 33% de los españoles puede ahorrar dinero mensualmente. El resto llega justo (48%), tiene que echar mano de ahorros (15%) o tiene que endeudarse (7%). Sin embargo, estas cifras pueden estar enmascarando grandes desigualdades de acceso a los recursos, puesto que no es lo mismo no poder llegar a fin de mes con 100.000€ que con 400€… al final, depende del tren de vida al que estemos acostumbrados.
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