Según una encuesta flash que hemos realizado en Empirica Influentials & Research en enero de 2012 , el cine es el tipo de espectáculo que más interesa a la población catalana. Obtiene, en una escala sobre 10, una puntuación media de 7’8, valor que supera el de cualquier otro espectáculo cultural. Los monumentos ocupan el segundo lugar, recibiendo una nota del 7’4. Compartiendo el tercer puesto de este particular ranking, y con una puntuación media de 7’1, nos encontramos con las exposiciones de arte y el teatro.
La encuesta realizada por este instituto de investigación es un primer paso exploratorio que guiará la ejecución de una segunda ola, la cual tratará de profundizar en las cuestiones más problemáticas y polémicas surgidas de la primera ola. Los resultados son, por lo tanto, meramente orientativos. El objetivo de la realización de la segundo ola es intentar contrastar algunas de las hipótesis que, a un nivel muy intuitivo, han surgido del análisis de los datos de la primera ola. El nuevo proyecto pretende introducir una amplia variedad de variables que se deberían tener en consideración si se quiere obtener una radiografía fiable de aquello que sucede en el consumo de cultura.
Las valoraciones de las actividades culturales varían en función del género. De una manera tendencial, las mujeres puntúan con mejor nota que los hombres cada uno de los ítems presentados. Y las diferencias son estadísticamente significativas si se centra la atención en el teatro, la danza, el cine y las exposiciones de arte (ver los datos de la página 6 del slideshare). Sin embargo, estas diferencias en el plano actitudinal no tienen su reflejo en la dimensión de los comportamientos: hombres y mujeres asisten de igual manera a cada uno de los espacios culturales analizados.
Esta incoherencia entre actitudes y comportamientos tiene que ver, muy probablemente, con el hecho que la toma de decisión de asistir a un evento cultural es el resultado de un proceso de reflexión colectivo. Esta hipótesis, sin embargo, se plantea de un modo simplemente intuitivo, ya que se llega a su formulación de una manera muy indirecta. Uno de los objetivos de la segunda ola del estudio es precisamente, contrastar esta intuición. ¿Quién decide asistir a los espacios culturales?
Otra de las informaciones interesantes que se desprenden de este informe es que las actividades culturales más consumidas por los catalanes son las bibliotecas, el cine y los monumentos. Entre un 35% y un 45% de los encuestados dicen haber asistido más de 5 veces a uno de estos espacios en el último año. Los datos de asistencia a cine y monumentos se correlacionan con su posición el ranking de valoración, pero no sucede lo mismo en el caso de las bibliotecas (6’9 de puntuación media). El hecho que no existan barreras de entrada a este espacio cultural (prácticamente el100% de la muestra asistió a las bibliotecas de forma gratuita) explica su amplio consumo por parte de la población.
En referencia al precio pagado por asistir a cada uno de los eventos culturales analizados, se observa que la actividad cultural más cara es el teatro: el 60% de las personas que acudieron a un espectáculo de este tipo pagaron más de 20€. El circo, aunque es la actividad cultural menos valorada (puntúa un 5’6 de media) y la que presenta un menor porcentaje de asistencia (el 61% de la muestra no asistió o sólo una vez a este espectáculo) es también una de las actividades más caras: el 38% de los encuestados dice que la entrada les costó más de 20€.
Es muy probable que los datos referentes al circo estén sesgados. Esto se debe al reducido tamaño de la muestra y al hecho que el Circo del Sol, compañía de gran prestigio, estuvo de gira recientemente en Barcelona y fue vista por algunos de los encuestados. El objetivo de la segunda ola, aparte de considerar nuevas variables y buscar la contrastación de hipótesis ya definidas, consiste en apoyar la información en una base empírica mucho más fiable que respalde con firmeza el aparato teórico del cual parte el estudio. Pero esto vendrá más adelante…
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