Supongo que, si estás leyendo estas líneas, tienes ya claro que la aplicación de nuevas tecnologías de la información ha supuesto una ruptura en la manera de hacer marketing. La inversión publicitaria en medios digitales, por poner ejemplo, ya supone un 23% del total de inversión en publicidad.
Sin embargo, el marketing digital no ha venido para sustituir al marketing más convencional. Más bien abre un nuevo campo de batalla: las marcas que han apostado por el digital han ganado ventaja competitiva, cosa que ha empujado al resto de marcas, en una decisión táctica, a seguir el mismo camino. Pero esto no implica que haya que dejar de lado el marketing más tradicional… aplicar acciones convencionales puede darnos ventaja competitiva en otros campos de batalla.
El formato impreso sigue teniendo mucha relevancia para el marketing. Sobre todo debido al hecho que su utilización permite generar un vínculo mucho más emocional con el consumidor. Los lectores fervorosos, un poco fetichistas, sabrán que el valor de un libro físico es mucho más alto que el de un frío ebook descargado en Amazon. El elemento físico dota de más contenido emocional a los productos.
Y es precisamente ahora, cuando parece que las empresas están dejando de apostar por el marketing impreso, cuando éste gana más importancia: llevarlo a cabo puede darnos más ventaja sobre nuestros competidores.
Por poner un ejemplo, vemos que actualmente se ha reducido la cantidad de publicidad que, como consumidores, recibimos por correo ordinario. En mi buzón, al menos, ya hace mucho tiempo que no me encuentro con este tipo de publicidad. Hoy en día, el email marketing es el rey del marketing postal… pero su aporte de valor como acción se ha reducido en gran medida debido al numeroso grupo de competidores. El consumidor recibe cientos de impactos vía mail, los identifica con spam, le son molestos. Conseguir diferenciarse es cada vez más difícil.
Iniciar una estrategia de correo físico, en este sentido, te colocaría en un tablero de juego sin apenas competidores. Diferenciarse, y situarse en un privilegiado lugar en la mente del consumidor, sería mucho más fácil. No es una mala idea, pues, volver al marketing impreso. Las nuevas tecnologías, además, te acercan la posibilidad de disponer de todos los recursos necesarios a través de una imprenta online. Con tan solo unos clics.
La publicidad postal no es, sin embargo, la única acción de marketing impreso que se puede llevar a cabo… desde Marketing y Consumo te recomendamos que apuestes por las siguientes técnicas de marketing, siempre teniendo en cuenta cuál es tu sector de mercado y cuál es tu público objetivo:
El marketing digital es, hoy en día, esencial en la estrategia de marketing de cualquier empresa. Pero no es el único punto de contacto a través del que puedes conectar con el consumidor. Y quizás tampoco sea el más determinante. Utilizar adecuadamente el abanico de posibilidades de una estrategia omni-channel, en la que incluyas la difusión de material impreso, es indispensable.
Fotografía de BrandonSigma, cortesía de freedigitalphotos.net
Concuerdo con tu opinión, uno no suplanta al otro, el marketing tradicional no debe dejarse de lado, ya que aún se cuenta con gran público que no está presente en redes sociales ni Internet, además que siempre algo real y tangible quizás es mucho más atractivo y captura tus sentidos que una publicidad en línea.
Un saludo cordial…
Marketing / Soloimprime.com
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