Hemos tenido el placer de visitar la 17ª edición de Biocultura, la feria de productos ecológicos y consumo responsable más importante del estado español, que se celebró en Barcelona desde el 29 de abril al 2 de mayo.
El evento concentraba más de 16.000 referencias de productos de alimentación ecológica pertenecientes a sectores muy diversos, entre los que destacaban los de alimentación, sin embargo también se encontraban productos de decoración, juguetes, arquitectura sostenible, música, turismo rural o incluso un banco ético y sostenible.
La visita en general nos ha parecido una experiencia interesante. Una vez efectuadas algunas preguntas y consultados algunos folletos, podemos diferenciar entre dos tipos de productos:
En el primero están los productos alimenticios que han adoptado estrategias de diferenciación basándose en el sabor, en la entrega a domicilio, en certificaciones de ingredientes 100% ecológicos y producción propia o sostenible. Entre estos podíamos encontrar caldos, miel, huevos, pan o queso, que en la mayoría de los casos argumentaban con su calidad gran parte de su precio.
Otro tipo de productos que hemos encontrado en la feria son aquellos directamente orientados a la salud o a la seguridad del consumidor. Éstos argumentan su valor añadido basándose en tecnologías muy avanzadas que permiten estimular el poder curativo del propio organismo, cremas de verduras con un efecto antiestrés o avanzados sistemas que permiten restaurar energía, rejuvenecer o reducir el estrés ambiental.
España es el segundo país de Europa con mayor producción ecológica y el sexto en el mundo, sin embargo el gasto medio en este tipo de productos es de 8 euros, estando muy por debajo de los 30 euros de media europea.
Tenemos un sector agroalimentario ecológico en crecimiento, e incluso ya podemos encontrar algunos productos en los lineales de los supermercados. Sin embargo, todavía somos un país exportador y según el ‘Barómetro de Percepción y Consumo de Alimentos Ecológicos‘ efectuado por TNS a una muestra representativa de la población catalana a finales de 2.009, aunque un 79% de la muestra conoce este tipo de productos, la mayor parte de los encuestados se autodefinen como poco informados y los principales motivos para no consumir alimentos ecológicos son su ‘precio excesivo’ (41%) o el hecho de ser ‘difíciles de encontrar’ (35%).
Según los datos que disponemos actualmente, una vez superadas las barreras del precio y de la distribución, los productos ecológicos pueden entrar a formar parte de la cesta de la compra de las familias españolas.
por qué es la agricultura ecológica tan costosa? ¿no existen leyes que la favorezcan a los agricultores? ¿qué se necesitaría para que el costo del cultivo ecológico disminuyera? por favor mencione todos los puntos críticos. Estoy muy interesada en conocer.
Muchas gracias por su atención.
Hola Juliana,
En primer lugar muchas gracias por el comentario.
Existen muchas causas por las que la agricultura ecológica llega al consumidor final a un precio más elevado, pero probablemente la que más incrementa el precio es la demanda. Cuanto mayor es la producción de cualquier producto, gracias a las economías de escala, menor es su precio, por este motivo las grandes empresas con mayores ventas pueden bajar más sus precios.
Por otra parte los precios son menores actualmente, si los comparamos con los precios de hace unos años, y en parte se debe a una mayor demanda, esta tendencia puede abaratar aun más los precios en los próximos años.
También tenemos que tener en cuenta que dependiendo de las características y necesidades del producto, el hecho de no utilizar algunos tipos de fertilizantes o pesticidas, o de tener que utilizarlos específicamente certificados para su uso en agricultura ecológica, también puede incrementar su precio final.
Los productores defienden el precio argumentando que el sabor de sus productos es mejor y son más saludables, dos factores que probablemente justifiquen su precio, aunque por desgracia este argumento no es suficiente para muchas familias que no se pueden permitir asumir este coste.
Por último, si que existen ayudas a la agricultura ecológica, pero estas soluciones siempre son temporales y sirven para impulsar el sector, al fin y al cabo son eso: ayudas.
Espero que te haya ayudado un poquito Juliana.
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