¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde vamos?

¿Dónde estamos?

En un entorno tan competitivo y hostil como el actual contexto económico las empresas y  las organizaciones se ven inmersas en una batalla muchas veces de pura supervivencia. El día a día no les deja pararse a pensar, y no me refiero a planes a medio o largo plazo como diseñar estrategias, planes de acción… me refiero a conocer su situación actual ¿dónde estamos?

El motor de una organización (la que sea, ya sea una empresa, una ONG o una asociación de vecinos) es aportar algo a la comunidad para recibir una contraprestación, sea monetaria, sea el arreglo de una piscina o sea proveer de recursos. Para poder alcanzar sus objetivos las organizaciones necesitan saber donde están, necesitan un mapa que les indique si están en el camino adecuado. En definitiva siempre es una cuestión de recursos y gestión de recursos. Uno de los principales recursos a los que hay que prestar más atención sin duda alguna y, más en este contexto, es el financiero.

Ya sé que muchos pensaréis que os dedicáis a apagar fuegos y que así difícilmente puede uno detenerse a mirar ningún mapa. Estoy de acuerdo, pero al final lo que arriesgas es tu futuro y a veces hay soluciones a las que no prestamos atención.

El mapa que toda organización tiene siempre a mano y que es imprescindible a modo de brújula es la contabilidad de la empresa. Muchas veces se pierde la visión de conjunto que ofrece y, nos paramos a analizar solo algunos aspectos. Bien por el día, como decíamos antes, bien por desconocimiento de todo su potencial como herramienta analítica. Solicitar un informe a auditores externos puede suponer un momento de inflexión para una organización.

Que tu organización realice una auditoría no solo te dirá si el mapa que está leyendo (tu contabilidad) te llevará a buen puerto, también reforzará tu imagen de marca al transmitir transparencia, un valor en alza en cualquier organización.

A veces es necesario que la visión de un profesional externo y fiable como es un auditor para poder seguir en marcha, dejar de apagar fuegos y dedicarte un poco más al medio y largo plazo y poder planificar donde quieres llegar.

¿Hacia dónde vamos?

Ha llegado el momento de marcar objetivos, de marcar un punto, una meta en el mapa.

• Tus objetivos son tuyos. No trates de copiar a la competencia,  básate en el mapa. Las finanzas te dicen qué objetivos te puedes marcar cuáles son asumibles con tu potencial y recursos. Márcate objetivos alcanzables a corto y medio plazo para conseguir resultados a largo plazo.
• Rodéate de buenos profesionales. Sabemos que no es momento para tener plantillas muy abultadas pero, para que ese momento llegue, rodéate de buenos profesionales que te ayuden con la estrategia, déjate aconsejar para poder dedicarte de lleno a la parte operativa que siempre será más productiva con la estrategia adecuada.
• Optimiza el tiempo. Para ello no solo es clave saber organizarse hay que saber delegar y, sobre todo, no perder el tiempo con tareas que no llevan a los objetivos marcados.
• Planifica. Es imprescindible planificar a medio plazo e ir revisando situación y cumplimiento de objetivos.
• Pon en valor a tu equipo. Todos y cada uno de los miembros de tu equipo son importantes, implícalos hazlos partícipes de los objetivos y valores de la organización.
• Analiza tu entorno. Vivimos en un entorno que cambia continuamente y a una velocidad de vértigo. No te abrumes, no es necesario adoptar todos los cambios ni ser el primero en hacerlo. Analizar tu entorno te servirá para detectar cuales son los indicadores importantes en tu sector.
• Innova. La innovación no tiene porqué ser vender un producto o servicio que nadie más vende o hacer las cosas de un modo totalmente diferente y original. Innovar es también hacer las cosas de un modo diferente. Albert Einstein dijo “Si quieres resultados distintos, no hagas siempre las mismas cosas”.  Piensa cómo innovar para llegar a los objetivos que quieres.
• Comunica. ¿De qué sirve todo lo anterior sin una buena política de comunicación? La comunicación es tanto a nivel interno como externo, tiene que extenderse a todo el entorno de la organización. La comunicación es una herramienta poderosa que no solo dará a conocer mucho más rápido todos los avances y cambios de tu organización sino que es también un estupendo canal donde obtener un feedback directo y saber cómo se están acogiendo los cambios y si hay que hacer algún cambio en nuestra estrategia ya que nos ayuda a detectar tendencias que podíamos no haber identificado. Dentro de la comunicación se encontraría las redes sociales, en este mismo blog puedes encontrar post donde se trata el tema con mayor profundidad, tan solo un apunte: no te vuelvas loco y quieras estar en todas las redes sociales, con presupuestos limitados (o sea casi todos) analiza tu target y ten presencia en la red social en la tenga más presencia.